En Stahl Eyecare Experts, disponemos de los últimos instrumentos utilizados para detectar el glaucoma y ofrecemos una variedad de opciones de tratamiento para nuestros pacientes con glaucoma. Nuestros médicos le ayudarán a decidir que tratamiento (medicina, tratamiento con láser o cirugía para el glaucoma) es el mejor para usted. Estamos orgullosos de ofrecer el procedimiento de trabeculoplastia láser selectiva (SLT, por sus siglas en inglés) para pacientes calificados. Esta terapia láser avanzada utiliza niveles muy bajos de energía láser segura para aumentar la salida de líquido en pacientes con glaucoma de ángulo abierto. El procedimiento es indoloro y tarda unos minutos en realizarse. Debido a que es extremadamente efectivo, podemos disminuir el número de medicamentos para el glaucoma y en algunos casos eliminarlos por completo. Por favor, pregunte a nuestros médicos si usted es un candidato para esta impresionante tecnología.
El ladrón silencioso de la vista
Se estima que el glaucoma amenaza la visión de dos de cada cien personas de 35 años o más. El glaucoma puede causar ceguera y es una de las principales causas de ceguera en los Estados Unidos en la actualidad. Nos referimos al glaucoma como el “ladrón silencioso” porque el glaucoma regularmente no tiene síntomas hasta que ha ocurrido la pérdida parcial de la visión. La pérdida de visión debido al glaucoma es irreversible.
El diagnóstico precoz y el tratamiento del glaucoma pueden prevenir la ceguera y la pérdida de la visión. Por esta razón, es importante que las personas mayores de 35 años se sometan a un examen ocular al menos cada 2 años y las personas con antecedentes familiares de glaucoma pueden necesitar exámenes más frecuentes.
¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma se define como la pérdida de la visión y el daño al nervio óptico como resultado de la presión ocular elevada. El nervio óptico está compuesto por millones de haces de nervios que transmiten imágenes de luz al cerebro donde se traducen en lo que conocemos como vista.
Cuando la presión ocular es alta, estos haces de nervios se dañan y se desarrollan puntos ciegos en las áreas de visión. Con el glaucoma precoz, estos puntos ciegos ocurren en la visión lateral (periférica) y no se detectan. Normalmente, no hay dolor asociado con la forma más común de glaucoma. Si la presión dentro del ojo no se controla durante un período de tiempo, el daño aumenta y se vuelve permanente y se produce ceguera.
El glaucoma y su presión arterial
Los pacientes a menudo preguntan: “Si mi presión sanguínea sube, ¿también subirá mi presión ocular?” La respuesta es no. El drenaje del humor acuoso del ojo funciona independientemente del sistema vascular/circulatorio del cuerpo. Un buen control de la presión arterial no significa un buen control del glaucoma.
Los cuatro tipos de glaucoma
El humor acuoso es un líquido claro y transparente que circula continuamente a través del ojo. Cuando esta circulación se restringe por una razón u otra, la presión dentro del ojo comienza a aumentar. Normalmente, hay cuatro tipos generales de glaucoma:
Glaucoma crónico de ángulo abierto
El glaucoma crónico de ángulo abierto es, con mucho, el tipo más común. Ocurre cuando la salida del humor acuoso del ojo se ve restringida por un drenaje inadecuado. El glaucoma crónico de ángulo abierto se desarrolla lentamente durante un largo período de tiempo y resulta en la pérdida silenciosa de la visión, debido a que no se presentan síntomas hasta que el nervio óptico se daña de forma extensa y permanentemente.
El glaucoma de ángulo cerrado
El glaucoma de ángulo cerrado ocurre si el sistema de drenaje delante del ojo (el ángulo entre el iris y la córnea) es estrecho o está completamente ocluido, bloqueando el drenaje de líquido. La presión del ojo puede aumentar repentinamente (cierre de ángulo agudo) o ser elevada crónicamente (glaucoma de ángulo estrecho). En el cierre de ángulo agudo, los pacientes desarrollan al inicio una rápida visión borrosa, halos alrededor de las luces, dolor intenso, náuseas y vómitos. A menos que la presión se controle rápidamente, la ceguera total puede resultar en un tiempo muy corto.
Glaucoma congénito
Si el sistema de flujo saliente del ojo presenta anomalías desde el momento del nacimiento, se puede presentar glaucoma congénito. Los bebés que nacen con glaucoma pueden ser extremadamente sensibles a la luz y a las lágrimas en exceso, o la parte frontal del ojo puede estar agrandada o turbia. Afortunadamente, esta afección es poco común. Se recomienda un examen ocular incluso para los recién nacidos si se observan tales síntomas.
Glaucoma secundario
El glaucoma puede ser el resultado de un traumatismo o lesión, diabetes o un accidente cerebrovascular previo en el ojo, o puede ocurrir como resultado de ciertos medicamentos o inflamación. Todas estas son condiciones que pueden conducir a la obstrucción del drenaje acuoso del ojo y a altas presiones intraoculares.
Detección del glaucoma
La presión ocular se mide durante el examen ocular. También examinamos la parte posterior del ojo para asegurar la salud del nervio óptimo y para buscar posibles daños. Otros factores de riesgo son una consideración para el desarrollo del glaucoma, incluyendo antecedentes familiares de glaucoma, origen étnico, diabetes, anemia o endurecimiento de las arterias. Es importante comprender que, aunque el tratamiento y la cirugía generalmente pueden prevenir una mayor pérdida de la visión, no hay manera de restaurar la visión que ya se ha perdido debido al glaucoma.
Tratamiento del glaucoma
El glaucoma algunas veces puede controlarse con medicamentos tópicos (gotas para los ojos) o con medicamentos orales. Estos medicamentos ayudan a la salida del líquido o pueden disminuir la cantidad de líquido producido dentro de los ojos. Todas las gotas para los ojos y los medicamentos orales tienen efectos secundarios potenciales.
Si los medicamentos no son efectivos en el control del glaucoma, se puede indicar el tratamiento con láser para disminuir la presión del ojo y preservar la visión.